La Sociedad Dominicana de Cardiología y su Consejo de Hemodinamia enfrentaron las críticas de diferentes actores del sistema de salud sobre los criterios de intervencionistas para implantar dispositivos cardiovasculares sin que el paciente tenga las diversas opciones que existen.
“El actual sistema de salud es en gran parte regido por entidades donde, en la mayoría de las veces, el bienestar del paciente y los buenos resultados pugnan de manera directa con los beneficios de un sistema donde el crecimiento económico está claramente a favor de las entidades intermediarias”, aseguran los cardiólogos en documento.
Los especialistas se refirieron a la serie de investigación de Hoy en la cual varios profesionales de diferentes área cuestionaron los excesos de colocación de stent, violaciones a la bioética e intereses mercurial de médicos especializados, una práctica que todos conocen en el sector.
“Durante la pasada semana tres artículos publicados en este prestigioso medio dieron constancia sobre la preocupación de diversos sectores de nuestro sistema de salud en relación con la pertinencia y exceso de implantes de stents coronarios en la República Dominicana”, expresan en un documento muy extenso.
Aseguran sin embargo que no defienden prácticas reñidas con la ética y el buen ejercicio, se consideran los principales propulsores de las regulaciones y protocolos adheridos a los mejores estándares de la práctica médica.
Debido a que muchos de los conceptos expresados pueden llevar a confusión y sobre todo a disminuir la atención sanitaria, ya de por sí precaria en cuanto a servicios ofertados a la población, se hace imperioso una aclaración, aseguran.
Los stent La República Dominicana a pesar de contar con un sistema de seguridad social desde el año 2002, el cual afilia un 70% de la población, reporta unos niveles de procedimientos intervencionistas cardiovasculares ridículamente bajos, al compararlos con países con seguridad social establecida y con índices de sobrevivencia en el área cardiovascular muy superiores al local, asegura el texto.
Aseguran sin embargo que no defienden prácticas reñidas con la ética y el buen ejercicio, se consideran los principales propulsores de las regulaciones y protocolos adheridos a los mejores estándares de la práctica médica.
Debido a que muchos de los conceptos expresados pueden llevar a confusión y sobre todo a disminuir la atención sanitaria, ya de por sí precaria en cuanto a servicios ofertados a la población, se hace imperioso una aclaración, aseguran.
Los stent La República Dominicana a pesar de contar con un sistema de seguridad social desde el año 2002, el cual afilia un 70% de la población, reporta unos niveles de procedimientos intervencionistas cardiovasculares ridículamente bajos, al compararlos con países con seguridad social establecida y con índices de sobrevivencia en el área cardiovascular muy superiores al local, asegura el texto.
En el registro español del 2017 se reportan unas 1,524 angioplastias con implantes de stent por millón de habitantes, incluso por debajo de la tasa para otros países europeos que es de 2,300. Al comparar esto con las cifras dominicanas reportadas por la Superintendencia de Salud correspondiente a 683 angioplastias con stent por millón, se evidencia de forma clara “que estamos por debajo”.
“Con relación a la cantidad de stents reportada por la estatal Administradora de Riesgos de Salud SeNaSa (Periódico Hoy, 18 de febrero, 2019), misma que según el pasado artículo “preocupa a los conocedores del tema”, en nuestro país en el último año y solo entre sus afiliados, se colocaron aproximadamente 9,842 stents en 3 años (en promedio de 3,280 cada año), lo que representa una tasa de 306,5 stents implantados por cada millón de habitantes por año”. En Estados Unidos, país al que algunos de los expertos citados se refieren como la meca del empoderamiento del paciente, de acuerdo a investigación publicadas, se implantó stent coronario a una tasa de 2,969 por millón de habitantes, explica.
Medicamentos. Luego del implante de un stent, las actuales guías aceptadas por la comunidad cardiológica mundial recomiendan el uso de clopidrogel o medicamento similar por un periodo de seis meses en casos electivos y un año en pacientes pos-infarto al miocardio, salvo excepciones. El uso de estatinas, betabloqueantes y aspirina, medicamentos citados en el artículo, constituyen parte del tratamiento establecido en el paciente coronario independientemente del uso o no de stents coronarios, aseguran los médicos.
Medicamentos. Luego del implante de un stent, las actuales guías aceptadas por la comunidad cardiológica mundial recomiendan el uso de clopidrogel o medicamento similar por un periodo de seis meses en casos electivos y un año en pacientes pos-infarto al miocardio, salvo excepciones. El uso de estatinas, betabloqueantes y aspirina, medicamentos citados en el artículo, constituyen parte del tratamiento establecido en el paciente coronario independientemente del uso o no de stents coronarios, aseguran los médicos.
Fines semanas. Las emergencias del sistema son cubiertas con el mismo costo que los casos electivos, una aberración responsable de las peores estadísticas.
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