Se agotan los diccionarios para tasar la labor que Stephen Curry y Klay Thompson patentan con el arte del lanzamiento en la NBA.
Cada día y cada nueva temporada.
Cada día y cada nueva temporada.
Anoche, el escolta de los Golden State Warriors endosó cinco triples (de diez intentos) a los Rockets y colaboró en gran medida a la victoria de su equipo en territorio hostil.
Pero no solo eso, con su profunda tarjeta de lanzamientos exteriores Thompson rebasó la frontera de los 200 triples anotados esta temporada.
Y, con ello, Klay derribó por séptima temporada consecutiva esa puerta reservada a muy pocos jugadores.
Y, con ello, Klay derribó por séptima temporada consecutiva esa puerta reservada a muy pocos jugadores.
Siete temporadas seguidas alcanzando 200 triples en total, que se dice pronto, cuando esa marca ha sido solo 80 veces alcanzada en toda la historia de la NBA.
80 veces de jugadores rebasando los 200 aciertos desde la línea exterior (son escasas, si se tiene en consideración que es en toda la historia, y no lo son al mismo tiempo), pero nunca nadie lo había conseguido durante siete temporadas seguidas.
80 veces de jugadores rebasando los 200 aciertos desde la línea exterior (son escasas, si se tiene en consideración que es en toda la historia, y no lo son al mismo tiempo), pero nunca nadie lo había conseguido durante siete temporadas seguidas.
Nadie que no jugase en los Warriors y compartiese dinastía con Klay Thompson queremos decir, pues Stephen Curry calca las siete añaddas también por encima de los 200 triples anotados.
Cuando ni los más acertados pueden alcanzar el 40 por ciento en una temporada la mayoría de veces, tanto Klay Thompson como Stephen Curry han sido capaces de replicar ejercicios por encima de ese listón a lo largo de sus últimas siete temporadas.
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