Puerto Plata.- Hasta que se traslade a otro lugar el vertedero a cielo abierto que está ubicado en Maggiolo, la zona debería ser arropada con tierra arcillosa para controlar los constantes incendios que se producen y tienen en jaque al sector turístico porque la densa humareda que se genera ahuyenta a los cruceristas que llegan cada semana al puerto Amber Cove, en Maimón.
La recomendación fue planteada por el ingeniero José Luis Nazario Lora, quien además es especialista en gestión ambiental, a propósito de la preocupación que hay en este polo turístico por el largo tiempo que se han tomado las autoridades locales y nacionales para solucionar el problema ambiental del referido depósito de basura que prácticamente es la puerta de entrada a Puerto Plata.
Consideró que, si se ejecuta un manejo adecuado, se podrían evitar los frecuentes incendios en el vertedero hasta tanto se pueda ejecutar la solución definitiva, que bien podría ser la construcción de un relleno sanitario o una planta para incineración controlada y generación de energía eléctrica.
De construirse un relleno sanitario debe estar diseñado con los criterios de la ingeniería moderna, lo que permitirá que la disposición final de los desechos sólidos sea más eficiente y así impactar lo menos posible al medio ambiente.
El especialista dijo además que los lixiviados que emanan de los desechos sólidos depositados en el vertedero tienen mucha materia orgánica en su composición, 50 veces más fuerte que los desechos de otros materiales.
El especialista dijo además que los lixiviados que emanan de los desechos sólidos depositados en el vertedero tienen mucha materia orgánica en su composición, 50 veces más fuerte que los desechos de otros materiales.
“Debemos defender nuestro destino, por lo que de nada vale que se pretenda construir un nuevo muelle turístico si seguimos mal parados cuando los turistas se nos van y se retiran los cruceros por los tantos problemas que se desprenden del vertedero municipal”.
“Debe darnos miedo lo que está pasando con el vertedero por el retiro de algunos cruceros y la partida abrupta de turistas alojados en los hoteles del distrito de Maimón, los cuales se han sentido seriamente afectados por la humareda que se originan en este depósito de la basura que se recolecta en Puerto Plata”.
Un viejo proyecto. Nazario Lora fue el ingeniero residente para supervisar la planta de tratamiento y el emisario submarino, inaugurados en el 2018 con la finalidad de proveer a esta provincia de un sistema integral de agua potable y disponer de forma ecológica las aguas residuales.
Recordó que su empresa “Nazario & Asociados” presentó un estudio de proyección del manejo de la basura en Puerto Plata para el periodo 2020-2050, que fue acogido y aprobado por el exsíndico Ramón Ortiz.
El proyecto fue desestimado por la llegada de las actuales autoridades municipales.
Planteó que ha tenido diferencias con la actual administración municipal porque tuvo que recurrir a los tribunales para que se validara el contrato que se firmó entre las partes para la construcción de un relleno sanitario, lo que no se honró en todo su contenido.
Sin embargo, Nazario dice que está dispuesto a que “haya un reciclado que establezca que de los beneficios nos dan un diez por ciento y el restante 90% va al cabildo pero nos pagan una compensación de asesoría mensual”.
Manifestó que en el proyecto original incluyó como primera etapa la construcción de una planta de tratamiento, que controlaría la contaminación ambiental generada por microorganismo patógenos. También bajaría el contenido de materia orgánica que se descompone con facilidad.
Explicó que en el proyecto original que presentó habían construido la planta de tratamiento, a la cual solo le faltaba la edificación de una laguna de evaporación de metales pesados, lo que consideró un diseño completo para el manejo adecuado de los lixiviados y de los gases que se producen en cualquier vertedero del mundo.
Dijo que este proyecto tenía un costo razonable de unos RD$50 millones, es decir equivalentes a un costo de US$7.85 por tonelada de basura en momentos en que en países como México, España y otras naciones este equivalente oscilaba entre los 18 y 20 dólares, pero el mismo fue dejado sin efecto por la administración del alcalde Walter Musa Meyreles, que llegó a la alcaldía en el 2006.
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