La directora regional de gobernanza y participación política de ONU-Mujeres llamó a los diversos actores de la República Dominicana a erradicar cualquier práctica de violencia en cualquier espacio público o privado.
“Miramos con atención el proceso que está viviendo República Dominicana, tenemos nuestros planteamientos claros respecto, por ejemplo, lo que es la violencia contra las mujeres en la política y en la vida de lo público y conminamos a todos los actores a erradicar cualquier práctica de violencia en cualquier espacio público y privado”, expresó Paula Narváez, directora de gobernanza y participación para América Latina y El Caribe de ONU-Mujeres.
Aunque no se refirió algún caso en particular, Narváez recordó que esto es parte del mandato de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en su última asamblea, por lo que están abiertos a dar acompañamiento a los Estados sobre la participación política de las mujeres.
Narváez habló del tema durante su estancia en el país donde participó en diversos intercambios con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Hacia la paridad. Narváez destaca que en la región ha habido avances en cuanto a la participación política de la mujer, con 18 países con leyes de cuotas y un promedio de 37% de representación en las cámaras bajas. Sin embargo citó que hay naciones que no han llegado al 30% que se entiende como masa crítica.
Asimismo destacó que sigue baja la participación a nivel de los gobiernos locales con alrededor de un 13%. Narváez también destacó además que no todas las mujeres de grupos minoritarios tienen las mismas oportunidades.
Asimismo destacó que sigue baja la participación a nivel de los gobiernos locales con alrededor de un 13%. Narváez también destacó además que no todas las mujeres de grupos minoritarios tienen las mismas oportunidades.
En cuanto a por qué no ha habido más avances a pesar de leyes de cuotas, Narváez expresó que persisten obstáculos de carácter estructural desde lo político, económico, social y cultural. Indicó que los partidos no siempre llevan a la práctica sus discursos y normas pro igualdad.
Señaló que las leyes de cuotas son importantes para promover mayor representación de mujeres pero acompañadas de medidas para que sean eficaces.
Por eso dijo ONU-Mujeres plantea un enfoque de democracia paritaria. “No solo es el efecto cuantitativo, no se trata solo de números; se trata de una visión del mundo y de la sociedad y del estado transformador, el concepto de democracia paritaria”. Insistió en que se requiere cambiar patrones tradicionales y de acceso mayoritario de mujeres en los espacios político, social, económico y cultural.
Calidad. En cuanto a la calidad de la representación de las mujeres, Narváez destacó que a éstas se les cuestiona su capacidad de una manera más aguda que a los hombres. “Nunca el error de una mujer pesa lo mismo que el error de un hombre y el error del hombre siempre pasa un poco más desapercibido o rápidamente justificado con variables externas a él”.
Calidad. En cuanto a la calidad de la representación de las mujeres, Narváez destacó que a éstas se les cuestiona su capacidad de una manera más aguda que a los hombres. “Nunca el error de una mujer pesa lo mismo que el error de un hombre y el error del hombre siempre pasa un poco más desapercibido o rápidamente justificado con variables externas a él”.
Consideró importante mayor formación a mujeres líderes y candidatas para que adquieran las herramientas necesarias para un puesto público porque allí llega con las cargas tradicionales como el cuidado de la familia, mientras que el hombre puede dedicarse exclusivamente a las actividades políticas.
Narváez destacó que ha habido muchas iniciativas contra la violencia a nivel doméstico, pero hoy en día como las mujeres están más presentes en los espacios públicos, se manifiesta en forma de acoso, abuso sexual, manipulación y extorsión, acciones que hay que enfrentar.
Hombres sensibles
Narváez considera que cambiar el régimen patriarcal requiere esfuerzos a diferentes niveles y una educación transformadora que fomente la igualdad efectiva. Asimismo precisa de una alianza con hombres sensibles, pues ellos mismos deben librar una batalla contra la discriminación de parte de sus propios compañeros que ponen en duda su masculinidad cuando apoyan más a las mujeres y la familia.
Narváez considera que cambiar el régimen patriarcal requiere esfuerzos a diferentes niveles y una educación transformadora que fomente la igualdad efectiva. Asimismo precisa de una alianza con hombres sensibles, pues ellos mismos deben librar una batalla contra la discriminación de parte de sus propios compañeros que ponen en duda su masculinidad cuando apoyan más a las mujeres y la familia.
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