Desde hace algunos años, los usuarios han tenido sospechas sobre una posible ralentización en los dispositivos móviles.
Curiosamente, al actualizar un smartphone, éste comienza a funcionar de forma más lenta cuando debería ser al revés.
El año pasado, Apple confirmó que ralentizaba los equipos antiguos para evitar problemas en las baterías y que los equipos se apagaran intempestivamente.
Por supuesto, los consumidores estallaron en rabia porque, al tener un equipo más lento, inevitablemente te orilla a adquirir uno nuevo.
Apple, para redimir su error, aclaró que esa función ralentizadora podía descativarse, pero no fue suficiente... al menos para la justicia.
En Italia, Apple y Samsung recibieron una multa de 10 y 5 millones respectivamente por ralentizar los equipos.
Los iPhone más antiguos y el Samsung Galaxy Note 4 tuvieron graves fallas en el rendimiento al actualizarse.
Se trata de la primera multa por obsolescencia programada a nivel mundial.
El problema fue que Samsung lanzó una actualización que estaba diseñada para el Note 7, pero nunca aclararon que equipos más viejos presentarían problemas.
A su vez, Apple recibió una multa mayor por no avisar que se ralentizarían los dispositivos móviles por un posible deterioro en las baterías de litio.
Los iPhone 6, 6s y SE tuvieron notables carencias en el funcionamiento del software al recibir las últimas actualizaciones de iOS.
¿Seguirás confiando en las futuras actualizaciones?
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